En la provincia de Granada, y más exactamente en el municipio de Baza, se localiza una zona de humedales naturales de gran valor ecológico y paisajístico dadas sus singulares características medioambientales. Dichos humedales -permanentemente encharcados- han formado desde antiguo grandes lagunas estacionales frecuentadas en época invernal por un elevado número de aves en su viaje migratorio.
Flamencos en el Humedal del Baíco (2010) – Foto José Ángel Rodríguez
Pero en la actualidad -debido a la mano del hombre- el paisaje está perdiendo radicalmente su secular fisonomía y lo que ayer era naturaleza viva hoy comienza a tomar un cariz que preocupa seriamente a quienes desde hace años vienen defendiendo este espacio natural y que -ante el desastre ecológico que se avecina- requiere la urgente intervención del gobierno autonómico andaluz.
Concretamente, en lo que geográficamente se denomina la Hoya de Baza, se ubica lo que hasta ahora se conoce como el Humedal del Baíco pero que, por lo dicho anteriormente, pronto podría perder esta característica -la de un terreno naturalmente húmedo- si quien ahora tiene la obligación de impedirlo no aplica el diligente y necesario remedio.
Estos humedales a los que hago referencia se sitúan en terrenos privados carentes de la imprescindible protección medioambiental que impida a los propietarios realizar las tareas de desecación que en la actualidad se llevan a cabo con arduo tesón; para lo cual se han abierto canales que conducen el agua salobre que brota en el humedal hasta alcanzar -ilegalmente- el río de Baza, donde se mezclan ambos caudales.
Canales de drenaje en el Humedal del Baíco (2014) – Foto José Ángel Rodríguez
Los propietarios de estos terrenos -carentes de la más mínima conciencia medioambiental- se han propuesto convertir toda la zona de humedales en espacio de cultivo sin tener en cuenta que dichos suelos -debido a su salinidad- no son aptos para la actividad agrícola.
Pero no todo está perdido, porque pese a las agresiones que sufren estos terrenos, el humedal sigue aún vivo y visitado por una fauna silvestre que mantiene su querencia por el lugar; que no deja de visitarlo para refugiarse en aquellos puntos de agua que todavía están disponibles en el entorno estepario de la Hoya de Baza.
Garceta en el Humedal del Baíco (2014) – Foto José Ángel Rodríguez
Y como aún se está a tiempo de evitar que el daño causado hasta la fecha sea irreversible, desde la Asociación Española de Fotógrafos de Naturaleza (AEFONA) hacemos un llamamiento a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para que, en aplicación de las leyes en vigor – Reglamento Forestal de dicha Comunidad Autónoma, así como la Ley de Aguas y su Reglamento- impida la destrucción de por vida del Humedal del Baíco y este espacio pueda dedicarse en el futuro a resaltar sus auténticos valores: paisajístico, botánico, ornitológico, etc.
Porque si llegara a desaparecer este humedal se habría destruido una de las joyas de la corona de la Hoya de Baza; desastre ecológico que los ciudadanos no olvidarían nunca y del que serán responsables quienes pudiendo haberlo evitado incumplieron sus cometidos administrativos.
Artículo creado por Francisco Martínez Romón