Os presentamos la primera de las dos partes que componen esta crónica del encuentro de Conservación de Jaizkibel que hemos organizado junto con la asociación Jaizkibel Amaharri. Se trata de uno de los encuentros que el comité de Ética y Conservación organizamos tanto de manera individual como en colaboración con asociaciones, organizaciones y demás organismos que quieran utilizar la imagen para la protección de la naturaleza.
Del 24 al 26 de julio se concentraron más de 70 fotógrafos de naturaleza en la localidad donostiarra de Hondarribia para participar en las actividades y ponencias que se habían organizado para el fin de semana. Comprendían salidas destinadas a fotografiar el amanecer, talleres de fotografía nocturna, sesiones en los lugares más recónditos y atractivos de Jaizkibel, ponencias… en esta crónica os narramos cómo se desarrolló el encuentro y qué realizamos durante este fin de semana tan ajetreado y divertido.
¿Por qué Jaizkibel?
El proyecto Jaizkibel Amaharri, trata de buscar la protección efectiva del espacio martítimo-terreste del monte Jaizkibel. Una figura de protección ambiental adecuada evitaría que se llevaran a cabo algunas de las amenazas que ponen en peligro un lugar tan delicado y valioso.
Este proyecto está utilizando la imagen como herramienta para dar a conocer los valores del monte Jaizkibel. En un primer momento editaron un libro con toda la información del lugar y para el que colaboraron desinteresadamente casi una treintena de fotógrafos aficionados y profesionales. En la actualidad se encuentran en pleno proceso de grabación de un documental que pretende extender la información del libro y llegar a un público mucho más amplio.
Como continuación a este proyecto de conservación del espacio natural amenazado del monte Jaizkibel, AEFONA ha colaborado con la coorganización del presente encuentro no sólo para que los asistentes hayan tenido la posibilidad de disfrutar de un fin de semana lleno de actividades, sino también, para tener la posibilidad de ayudar a Jaizkibel Amaharri con la promoción nacional y documentación fotográfica del lugar.
Desarrollo del encuentro:
Comenzamos el viernes por la tarde. A las 17:30 estaban citados los asistentes en el albergue Capitán Tximista, un antiguo molino reconvertido en alojamiento para peregrinos situado en el bosque del propio monte Jaizkibel. Este lugar era el encuadre perfecto para establecer el punto de reunión para el encuentro.
Tras una pequeña presentación, reparto del programa impreso y saludos salimos del albergue dirección a la costa de Jaizkibel. Nuestro destino: Justiz, una zona de costa accesible y con una interesante orografía. Un lugar interesante que tratamos de aprovechar para fotografiar durante aquella tarde tormentosa.
Para la noche del viernes estaba programada una de las actividades que más llamaba la atención a los asistentes: el taller de fotografía nocturna con Dark Red Team, un grupo de fotógrafos locales especializados en este tipo de fotografía. Acudimos al fuerte de Guadalupe, el cual se abrió específicamente para albergar este evento y pronto descubrimos que era el lugar ideal para desarrollar esta actividad. Se trata de un antiguo fuerte semienterrado con galerías, celdas, patios… Tras las explicaciones de seguridad del guía que el ayuntamiento de Hondarribia nos había ofrecido nos dividimos en grupos y estuvimos fotografiando hasta altas horas de la madrugada.
Para muchos sonó el despertador muy temprano el sábado por la mañana. El grupo que salió a fotografiar el amanecer, guiados por el experimentado Javier Alonso Torre, tuvo la oportunidad de disfrutar de unas luces estupendas en la bahía de Loia.
A las 10 de la mañana del sábado estábamos citados en la casa de cultura del ayuntamiento de Hondarribia. Un lugar moderno y acogedor en el que tuvimos la oportunidad de asistir a algunas ponencias relacionadas con la temática de este encuentro. La primera presentación corrió a cargo de Jazkibel Amaharri. Jose Manuel Cortizo hizo una pequeña introducción y proyectó un audiovisual con imágenes del monte Jaizkibel que a muchos nos avivó aún más los deseos que llegara el momento de fotografiar en los lugares que teníamos programados.
Tras ésta, llegó el momento de uno de los grandes atractivos del encuentro. Se había despertado una gran expectación con el taller de composición fotográfica con formas y colores que ofrecía Javier Alonso. Casi una hora de conocimientos muy útiles que se completarían con una parte más práctica en el taller de campo programado para aquella tarde.
Llegó el turno de entrar en fotografía y conservación. Pablo Sánchez ofreció una breve ponencia en la que desarrollaba cómo la imagen ha ido sirviendo como herramienta para ayudar a la protección y conservación de espacios naturales. Partiendo de Carleton Walkins hasta la ILCP, Pablo Sánchez repasó la vida y el trabajo de autores como William Henry Jackson o Ansel Adams.
Por su parte, Pablo Bou tuvo la oportunidad de presentar en este encuentro de conservación el concurso del que ya hemos hablado en AEFONA reiteradas veces: «El fotógrafo conservacionista del año». Los asistentes pudieron conocer en profundidad los detalles y las bases, así como los requisitos y los aspectos más importantes de este concurso. También dio orientaciones de cómo preparar un proyecto de este tipo, estimulando a los asistentes a orientar su trabajo a estos fines.
Terminaron las ponencias con una masterclass de José B. Ruiz: “la documentación fotográfica en proyectos de conservación”. Ofreció a los asistentes la oportunidad de conocer de primera mano cómo con proyectos que se han llevado a cabo las fotografías y el modo de trabajarlas han sido una pieza clave para el éxito de anteriores proyectos de conservación.
Había llegado el gran momento, y el sábado al mediodía nos disponíamos recorrer el camino que nos llevaría hasta las zonas más fotogénicas del monte.
Seguirá en la segunda parte…
Todas las imágenes cedidas por Jaizkibel Amaharri