COMENTARIO:
Este paisaje particular —made in Marcos Molina, por realizarse, como muchos otros de su obra, con gran teleobjetivo— cumple ya de por sí la primera premisa de toda obra: mensaje-impacto visual-interés. Salta a la vista. Buscando entre las imágenes, es curioso como Selene destacaba en la página de la galería, tanto por lo conocido del paisaje, como por su luminosidad… Tiene ese algo que todos buscamos en nuestras imágenes.
ELEMENTOS:
La luna: situada en el tercio superior derecho, como punto central de interés, resalta por encima de todo. Su luminosidad perfila y contrasta el pico de la montaña, atando los principales elementos de la imagen. El tamaño esta vez sí que importa [;-)] y, como dice su autor, se nota que está pensado, buscando una magia especial entre magnitudes, escalas y proporciones de los dos elementos en juego.
Montaña: el Puig de l’Ofre —pico de la Serra de Tramontana (de 1090 m de altitud) con su forma piramidal en su cúspide— hace de pareja perfecta para la luna. Aunque solamente sea un perfil sin mucha información, nos remite a la temática concreta de paisaje de montaña.
Niebla: rellena la parte izquierda de la imagen, partiendo del tercio inferior, encuadrando la zona del punto clave, la luna. La niebla aporta a la imagen misterio, sensación de altitud, de descubrimiento y al encontrarla en el primer plano nos da sensación de profundidad.
CRÍTICA:
La niebla es indispensable para esta imagen, pero bajo nuestro punto de vista, usando el filtro “wait a minut” [;-)] tal vez el autor hubiera podido disminuir la cantidad o disipación de la misma. Creemos que no acaba de redondear esta preciosa imagen. Si acaso consigue despistar un poco la vista, no sin dejarnos entrar en esa aureola de misterio y divagación fantástica… En la fotografía de naturaleza no todo es controlable…
En cuanto al color, deducimos que Marcos ha podido utilizar un balance personalizado de unos 4000 K. Sin querer entrar en tecnicismos ni en elucubraciones varias…, sabiendo que la luna tiene una temperatura adecuada, nuestra vista nos lleva a querer “calentar” un poco más el resto de la imagen, intentando así separar un poco más los elementos restantes a partir del color (niebla, montaña, cielo).
Una bella imagen, de difícil ejecución, muy bien resuelta.
No solo de grandes angulares viven los paisajes.
PD: Marcos hablaba del software Ephemeris Photographer’s. Desde estas líneas le informamos que a partir de enero estará disponible el nuevo software Photopills, presentado en el XX Congreso de AEFONA, del cual hemos tenido la oportunidad de ser testers. Esta aplicación es un todo en la fotografía de naturaleza, especialmente en paisaje, haciendo más fácil la localización hasta el punto de saber dónde caerá la luna/sol en un sitio/día concreto… ¡¡A investigar!!
Marc Allès Marquès i Antoni Cladera Barceló
AEFONA, AFONIB, CXE
Ciutadella de Menorca, 7 de diciembre de 2012