Dentro de la fotografía de naturaleza, si una cosa me llama la atención es la sensación de movimiento. Y ese movimiento no tiene por qué venir de una “real” o de un “quebranta”, sin por ello desmerecer la indudable belleza de las fotografias de estas bellas rapaces que hay en nuestra galeria.
El movimiento, en este caso de unos simples gorriones (Passer domesticus) —que bien estan discutiendo o bien reclamando una dosis de alimento—, está bien conseguido y trasmitido en esta imagen.
La foto de Julia está llena de color y contraste. Colores pardos, verdes del fondo, bien desenfocado, que conjuntan con precisión con el marrón del plumaje de los paseriformes.
La composición de la autora sitúa los elementos clave en puntos estratégicos, al igual que la dirección del gorrión de la derecha nos mete de lleno en la fotografía dotando de movimiento al conjunto. Sin embargo, tengo que añadir que sin la cara de asustado del ejemplar derecho, esta foto perdería algún entero… ;-)
Simplemente como crítica, siempre constructiva…, quiero comentar que en escenas de bebederos o comederos hay que ser pulcros en lo que a composición y encuadre se refiere. En este caso, la rama-posadero nos lleva, cual línea, al gorrión de la derecha, que está “apretado” por su parte inferior, terminando bruscamente para el observador la visualización de esta simple pero bella imagen.
Por muy buena composición que consigamos, el encuadre hará justicia.
PD: ¡¡Y enhorabuena por el premio, Julia!!
Texto: Antoni Cladera
Photopiller