Este encuentro, organizado y coordinado por AEFONA, se celebró los días 8 y 9 de febrero en la provincia de Salamanca. Si sois asiduos a las noticias que se publican en esta web, sabréis que han participado diversos colectivos y se ha celebrado a propósito del proyecto existente para la construcción de una mina de uranio a cielo abierto.
El sábado por la mañana las previsiones meteorológicas eran muy desfavorables, pero a pesar de ello, un grupo de valientes desafiamos a la lluvia, cargados con nuestras cámaras, dispuestos a fotografiar los espacios naturales que es posible que desaparezcan si el proyecto minero se lleva a cabo. El primer lugar al que fuimos a fotografiar era a lo alto de un pequeño monte. Lo interesante del lugar no era solo el hecho de que albergaba una gran cantidad de ejemplares centenarios de encina y alcornoque, sino también que ofrecía unas vistas privilegiadas sobre lo que en un futuro puede ser el lugar que ocupe la mina.
Los asistentes compartimos opiniones, fotografiamos y charlamos, pero a muchos nos llamó especialmente la atención Yuri Portolés y su habilidad para encontrar biodiversidad. Fueron el testing de biodiversidad que realizamos y el carácter amigable y cercano de Yuri dos de los atractivos de la mañana.
Tras la comida teníamos concertada una visita a una finca privada, la dehesa Santidad. Esta dehesa cuenta con la desgraciada particularidad de que en su interior se encuentra una de las grandes vetas de uranio, con lo que es posible que dentro de un tiempo desaparezca la finca y no haya más que un gran agujero. El dueño de la dehesa nos acompañó en este paseo por la finca. Don Ignacio Abarca nos contaba, disgustado, cómo esta propiedad —de la que ha cuidado su familia durante generaciones— será expropiada para que se construya la mina.
La lluvia había remitido por la tarde, pero el campo estaba impracticable, de hecho, la anécdota del día llegó cuando personal de la finca nos ayudó a cruzar un arroyo crecido, pero ¿cómo nos ayudó? Subidos a la pala de un tractor.
Encontramos en este lugar numerosas prospecciones, unas más recientes que otras, pero el dueño nos comentaba que al menos una vez a la semana llega maquinaria de Berkeley, la empresa minera, y entra en su finca —autorizados por la Junta de Castilla y León— para realizar labores de seguimiento y mediciones.
Había terminado la jornada fotográfica y era el turno de las ponencias en el espacio multifuncional de Villavieja de Yeltes, un auditorio con capacidad para doscientas personas. Las ponencias, todas de un altísimo nivel, cubrían temas relacionados con la problemática que ha motivado este encuentro y fueron retransmitidas en directo a través de la televisión local para toda la comarca. También, los medios de comunicación regionales recibieron una nota de prensa sobre este encuentro para que la difusión de nuestro compromiso con el medio ambiente fuera máxima.
La primera ponencia corrió a cargo de José Luis Moreno, presidente de la plataforma «Stop Uranio», quién nos describió muy detalladamente en qué consiste el sistema económico actual de la dehesa. La siguiente, muy impactante, ofrecida por Javier Andaluz, miembro de Ecologistas en Acción, no dejó indiferente a nadie, pues describió de una manera desgarradora los peligros que encierra la minería de uranio. Gabriel Risco, del partido Equo, compartió con todos nosotros los pormenores de este proyecto minero, demostró conocer todos los aspectos económicos y sanitarios, poniendo de manifiesto la inviabilidad de esta mina.
Tras un pequeño descanso, José B. Ruiz presentó a los asistentes nuestra asociación y la voluntad conservacionista de los miembros que la integramos; y qué mejor carta de presentación que nuestro audiovisual La luz interior. Yuri Portolés continuó con la presentación de Biodiversidad Virtual e hizo una primera valoración sobre la riqueza biológica del lugar. Para finalizar las ponencias, José B. Ruiz nos presentó cómo un proyecto conservacionista puede llegar a millones de personas y cómo los fotógrafos y su voluntad por conservar la naturaleza pueden ser una herramienta poderosa para luchar contra las amenazas y agresiones que sufre el medioambiente.
La jornada del domingo nos reunimos en la Reserva Natural de Campanarios de Azaba, de la que ya hemos publicado un detallado artículo anteriormente. Recorrimos la media docena de hides que hay dispersos por las más de quinientas hectáreas que ocupa la Reserva. Terminamos la visita en uno de los salones que hay en la casa rural de la Reserva, que cuenta con cuatro habitaciones dobles para los que quieran pasar varios días recorriendo o fotografiando la fauna y flora de la finca. Junto a la chimenea, disfrutando de un café calentito y con una agradable charla, terminamos este encuentro, que ha servido para poner de manifiesto que la naturaleza no está sola, una voluntad de hierro nos mueve a muchos fotógrafos, llegados desde los puntos más lejanos de la Península para ayudar a la conservación.
En nombre de AEFONA queremos agradecer su participación a todos los asistentes, a los miembros de la plataforma «Stop Uranio», con José Luis a la cabeza, han sido indispensables para que este encuentro se llevase a cabo, así como al resto de ponentes: gracias a Javier Andaluz, Gabriel Risco, José B. Ruiz y Yuri Portolés por compartir con todos nosotros sus conocimientos a través de sus presentaciones.
Si queréis disfrutar de unas jornadas de fotografía y naturaleza tan interesantes como a las que han tenido la suerte de asistir algunos compañeros, recordad que hay varios encuentros organizados por AEFONA en fechas próximas: el 22 de febrero en Valencia, del 21 al 23 de marzo en Mallorca y del 6 al 9 de junio en Tenerife. Y queremos señalar especialmente que en noviembre realizaremos un nuevo encuentro para la conservación, esta vez el tema será el lobo ibérico.