Si algo ha caracterizado nuestras dos legislaturas en AEFONA ha sido la ilusión por ver cada paso que hemos dado hacia arriba. Han sido cuatro años de intenso trabajo, en los que hemos alcanzado un buen nivel de actividades y en los que hemos visto cómo la Asociación se ha cohesionado y ha crecido.
La razón de que así haya sido es incluso mejor que los propios resultados: decenas de personas implicadas en los equipos de trabajo y comités, haciendo suya la causa de todos, haciendo grande la entidad que nos agrupa.
Mis compañeros de la junta directiva han sabido liderar este proceso y responsabilizarse de ingentes tareas. Cada uno de ellos, desde el inicio, han sido grandes compañeros y amigos, respaldando el trabajo del equipo y dando ejemplo con el suyo. Su compromiso y entrega han sido cruciales para desarrollar un ambicioso y extenuante programa durante cuatro años.
Podríamos decir que esta etapa ha sido dura, como una cuesta arriba, pero en realidad ha sido emocionante. Emocionante por haber visto cómo muchos compañeros se nos han unido, por las nuevas ideas y retos, por el apoyo que nos ha llegado desde el resto de los asociados, de entidades hermanas a nivel nacional y europeo.
Ahora disponemos de grandes herramientas como la página web, la tienda online, más de 6000 seguidores en Facebook… Y no solo estamos en interesantes iniciativas, sino que promovemos o lideramos algunas a nivel internacional.
Nuestro capital humano está desarrollando todo su valor y nos hace soñar con grandes proyectos de repercusión internacional, que ahora tenemos al alcance de la mano.
Creo que AEFONA no ha vivido aún su mejor momento, que el futuro nos tiene reservados grandes acontecimientos.
Los que empezamos este proyecto a medio plazo nos retiramos cansados y satisfechos; aquellos compañeros de junta que se incorporaron en el camino se quedarán a formar parte de la nueva junta, que contará con su experiencia y consejo, y nuevas caras han venido a reforzar esta etapa que será relevante para nuestra entidad.
Este necesario relevo debe ser también una llamada de atención a los asociados para implicarse en la gestión de AEFONA, para hacer propuestas, desarrollar ideas y estar preparados para ofrecerse en futuros relevos en la dirección de la Asociación.
En el próximo congreso de Noja empezamos otra nueva etapa, los que nos despedimos seguiremos desempeñando tareas de base para la Asociación, desde la tranquilidad que da el anonimato que acompaña a muchos de nuestros socios involucrados. Los que llegan vienen cargados de ilusión, proyectos y elevadas metas. Es nuestro deber colaborar, en la medida de lo posible, con los compañeros que asumen esta gran responsabilidad, animarles y transmitirles nuestra esperanza en que encuentren la inspiración necesaria para guiarnos y representarnos.