El pasado 30 de septiembre, la Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanismo de Salamanca (CTMAyU) celebró una reunión con el fin de autorizar o denegar el uso del suelo para la explotación minera. El veredicto de esta comisión es una pieza clave para que pueda comenzar la explotación minera; en el momento que ellos aprueben el uso del suelo, Berkeley comenzaría a abrir la mina a cielo abierto y construir la planta de procesamiento de uranio.
El motivo de que esta comisión se haya resuelto con una negativa es que se han encontrado multitud de imprecisiones en el informe que la empresa minera redactó para solicitar el uso del terreno. El informe redactado por la CTMAyU, en el que se deniega el uso del suelo, indica que “la información pública facilitada por la empresa minera debe ser precisa y explícita, para que cualquier interesado pueda valorar la actividad que pretende”; asimismo, esta comisión tacha de “manifiestamente incompletos e insuficientes” los datos aportados en el informe en el que solicita el uso del terreno.
Las noticias son buenas: esta comisión ha denegado el uso del suelo; sin embargo, este «no» no ha sido rotundo, pues deja abierta la puerta a que la empresa minera redacte un nuevo informe, ya que le indica a la empresa que “si se desea seguir ese procedimiento, debe iniciarse con una información pública completa y que permita a todos los ciudadanos conocer realmente lo que se pretende realizar; por tanto, a falta de esa información, quedaría invalidado todo el procedimiento posterior”.
Como recordaréis, AEFONA celebró un encuentro en uno de los pueblos afectados por esta mina, Villavieja de Yeltes. Durante aquel encuentro, pudimos comprobar que la actitud predominante con relación al proyecto minero era de indiferencia. Reunimos a un grupo de ponentes para que pusieron de relieve el valor medioambiental de aquel lugar con (algunas zonas incluidas en la Red Natura 2000); otros, para que hablaran de los riesgos que implica una explotación de este tipo; y otros simplemente hablaron de fotografía, naturaleza, biodiversidad…, pero algo ha cambiado desde entonces. A la citada reunión de la Comisión Territorial de Medio Ambiente y Urbanismo de Salamanca del 30 de septiembre acudieron el alcalde de Villavieja de Yeltes, acompañado por un concejal de la oposición, manifestando ante esta comisión que el Ayuntamiento se siente engañado por la empresa minera, ya que lo que inicialmente se les presentó como un yacimiento minero, se ha convertido en una planta de procesamiento de uranio y en un cementerio de residuos radiactivos, sin dar lugar ni a los vecinos ni a la Corporación a pronunciarse sobre esas instalaciones.
Esta noticia nos da esperanza a los que creemos que es más valioso el ecosistema que existe en aquella zona que una planta de procesamiento de uranio y una mina a cielo abierto. Por eso mantenemos nuestro apoyo a la plataforma ciudadana «Stop Uranio», Equo y Ecologistas en Acción para tratar de evitar que se destruya un rico patrimonio medioambiental para favorecer la creación de una (cito textualmente del informe de la comisión) “INSTALACIÓN RADIACTIVA DE CICLO DE COMBUSTIBLE NUCLEAR DE PRIMERA CATEGORÍA”.