La fotografía nocturna provoca en el fotógrafo la ansiedad y deseo de ver los resultados en la pantalla mucho más que otras disciplinas donde el resultado depende 100% del autor. En esta variante fotográfica, no es él solo quien decide como será la toma sino todos los elementos que forman parte en las largas exposiciones tales como: el agua, las estrellas, constelaciones, la luna, las nubes, los aviones y un largo etcétera que harán de cada toma una imagen única e irrepetible de un momento efímero.
Muchos aficionados a la fotografía se encuentran con la dificultad de conocer cómo calcular el tiempo de exposición en ausencia de luz y obtener una fotografía con un histograma deseado. Así mismo variantes como la hiperfocal, la técnica de doble o triple enfoque en la misma toma son aspectos que no se suelen practicar en fotos diurnas y que son el ABC de la fotografía nocturna. Sin duda, la luz de la oscuridad es la más fascinante para fotografiar.
Mario Rubio