Cómo se hace
El uso de filtros permite el control del contraste en la escena, rebajando luz allí donde hay mayor intensidad, oscureciendo selectivamente aquellas partes que antes aparecen sobreexpuestas, tapando o reservando áreas de altas luces
Es necesario disponer de un adecuado tiempo de exposición para mover el filtro, de más de medio segundo hasta varios minutos o, incluso, algunas horas. Se logra un prolongado tiempo de exposición cuando hay baja intensidad de luz en el paisaje, o bien por el uso de filtros de densidad neutra. En tiempos de obturación muy cortos, se suele hacer sin portafiltros, moviendo el filtro con mayor velocidad frente a la lente.
Al comenzar la exposición, el filtro degradado inverso se encuentra en la primera posición; transcurrido un tiempo, se desplaza ligera y suavemente el filtro a una segunda posición; podemos hacer lo mismo a una tercera posición si es necesario. De esta forma, el filtro permanece más tiempo donde más falta hace su efecto, es decir, en aquellas zonas de altas luces. Normalmente se extrae el filtro antes de acabar la exposición si el cielo queda demasiado oscuro.
Lo ideal es tomar referencias sobre las posiciones del filtro, por si hay que afinar resultados repitiendo, colocando el filtro ligeramente más arriba o más abajo y modificando el tiempo que permanece en cada una de ellas. No se está moviendo el filtro en todo momento, sino que se desplaza suavemente a dos o más posiciones y se deja el tiempo preciso en cada una de ellas.
Además, puede darse el caso —cuando el hito sobrepasa el horizonte y se encuentra a contraluz— de que, mientras sucede lo anteriormente expuesto, es decir, mientras se desplaza un filtro inverso durante unos segundos a una zona del encuadre, luego a otra y posiblemente se extraiga antes de acabar el tiempo de exposición, con otro filtro se vaya efectuando un tapado de luz de forma muy concisa, allí donde se precise. De esta forma, se produce un rebaje de luz adicional en una zona del cielo, o el recorte de una forma compleja contra el cielo, obteniendo detalle en las bajas luces de la misma, mientras que las altas luces del cielo, incluso en contraluz, conservan detalle. Para esta segunda forma de emplear los filtros podría utilizarse igualmente una black card, cartulina negra, papel, tela negra o similar. Se trata de rebajar la luz de forma selectiva en una zona del encuadre o en torno a una figura. Esta técnica, sumada a una cámara de alto rango dinámico, proporciona buenos resultados incluso en condiciones difíciles.
Todavía hay una forma más de utilización consistente en colocar el filtro al revés en el portafiltros, haciendo coincidir su acabado recto del borde con el nivel del horizonte. Puede moverse muy ligeramente a una segunda posición —aunque no suele ser necesario— y extraerlo, si el efecto es muy marcado. Suelo hacerlo con filtros inversos, en los que se produce un rebaje de un diafragma aproximadamente. Por tanto, permite utilizar velocidades de obturación rápidas, si no se mueve ni extrae.
En algunos casos en los que se observa fricción excesiva entre el filtro y las ranuras del portafiltros al moverlo, conviene untar sus bordes con una fina capa de aceite o vaselina para que deslice de forma fluida. Observaremos que el filtro quede bien sujeto y que no se deslice hasta caer al suelo.
Variaciones de la técnica
Resultados similares pueden obtenerse mediante el uso de telas, cartulina, la tapa del objetivo, etc., materiales que se pueden utilizar para rebajar luz. Hay quien utiliza filtros de banda o strips y también una tarjeta oscura, una black card, o incluso la mano. Puede también funcionar bien una cartulina negra con un orificio que se mueve frente al objetivo y que permite incluso crear viñeteados.
Recomendaciones
– Estas técnicas son difíciles de aplicar, por lo que conviene practicar con regularidad.
– Conviene elegir un sistema adecuado y que no limite nuestras posibilidades. Mi recomendación es el sistema Lucroit.
– Por su mayor densidad y calidad, es preferible utilizar filtros de cristal, tanto en los de densidad neutra como en los degradados.
– Se obtienen mejores resultados con cámaras de alto rango dinámico.
– En algunos casos puede entrar luz por el ocular del visor o por la ventana de plástico donde están marcadas las distancias en el objetivo.
– Hay situaciones difíciles, con luz de contra y elementos de forma irregular que sobrepasan el horizonte o se recortan contra el cielo, en las que conviene combinar las técnicas.
– Si el filtro no desliza bien en las ranuras del portafiltros, podemos aplicar un poco de grasa de vaselina para reducir la fricción, con cuidado de que el filtro no se deslice solo y se caiga. Si el filtro tiene mucha holgura en el portafiltros y no se sujeta, podemos engrosarlo con una delgada tira sencilla o doble de cinta aislante.
Agradecimientos: Javier Olmedo, fabricante de filtros Lucroit, por las facilidades que me da siempre para utilizar y testar sus productos. Raquel de Castro y Javier Alonso, por la revisión del contenido e ideas. Marián Sáenz-Diez, por la revisión de la redacción y mejoras en el texto.
José B. Ruiz