Comentario de Richard Barreno, Responsable de Sea Shepherd España en Levante
El pasado martes 17 de diciembre del 2013 y en un silencio casi absoluto, confinado a las secciones autonómicas de los diarios nacionales, se han publicado los detalles del plan que piensa llevar a cabo la empresa petrolera Cairn Energy en las Islas Baleares. Se trata de la detonación de una serie de cañones sísmicos en el subsuelo marino en busca de bolsas de petróleo, una actividad que numerosos grupos ecologistas venimos denunciando desde hace tiempo y que en este caso van a sacudir las Islas Baleares y la costa mediterránea. Lo espeluznante son los detalles expuestos del proyecto, publicado en el B.O.E., el Boletín Oficial del Estado, y en el cual nos encontramos ahora dentro del plazo de alegaciones.
La empresa petrolera escocesa afirma que a tan solo 50 km de la costa se va a realizar una serie de detonaciones sísmicas a 249 decibelios, estruendos por encima de los 200 decibelios que se registraron en la explosión atómica en Hiroshima, muy por encima del nivel de intensidad acústico marcado de 180 decibelios por la comunidad científica a partir del cual se pueden producir males fisiológicos irreversibles en cetáceos y tortugas marinas, lo que causará con toda certeza la aparición de cadáveres de cetáceos desorientados en las playas.
Esta catástrofe medio ambiental se extenderá por una superficie de 2.420 km cuadrados durante 75 días aunque las consecuencias se notarán a lo largo de todo el Mar Mediterráneo y durante mucho más tiempo ya que estas detonaciones afectan directamente al sistema de ecolocalización de los cetáceos, alterando su comportamiento, hábitos de alimentación y de orientación, distorsionando las rutas migratorias y arrasando los caladeros de peces.
El periodo de alegaciones concluye el 24 de enero, con el escaso tiempo que permite intentar detener esta catástrofe, una catástrofe a la altura de un derrame de crudo o de varias explosiones nucleares en el lugar. Atrás ha quedado la exigencia de grupos ecologistas de que este informe de impacto ambiental se realizara en conjunto con varios otros informes de impacto que detallaran las consecuencias que tiene sobre todas las especies marinas el buscar petróleo frente a las costa.
Cairn Energy es una empresa conocida por su falta de rigor a la hora de publicar planes de emergencia en casos de vertidos de residuos o informes de impacto ambiental como en el caso de sus prospecciones fallidas en Groenlandia, una zona de vital importancia para la fauna marina, o por sus proyectos de realizar perforaciones en busca de petróleo frente a las costas de El Saler en Valencia, que provocó la indignación de muchos y que al final se han quedado en suspenso indefinidamente.
Es incomprensible que todavía queden empresas obstinadas en seguir buscando combustibles fósiles a costa de destrozar los océanos, provocando verdaderas catástrofes que van silenciando, a la vez que contribuyen al calentamiento global y el efecto invernadero. Es la sinrazón de pensar en que la naturaleza no tiene valor o que el ecosistema es algo ajeno a los humanos y las otras formas de vida con las que compartimos este planeta, con las consecuencias de negar el impacto que tendrá sobre nuestras vidas los casos de destrucción masiva como estas explosiones. El varamiento de cetáceos y otras formas de vida marina es inminente si no logramos detener este proyecto, que no nos quede la curiosidad de ver qué excusas van a buscar para justificar la destrucción de esta parte del planeta.
Ahora nos encontramos en la fase de difundir la información y de movilizar a la sociedad de lo que tienen pensado hacer, de explicar las consecuencias de estas actividades en cualquier punto del planeta, de explicar las consecuencias que trae la destrucción de los ecosistemas, vitales para mantener el equilibrio entre especies. Solo movilizándonos y difundiendo la información podremos proteger y defender la fauna marina de nuestras costas. Detengamos a Cairn Energy, ¡No a las explosiones en el Mediterráneo! No Hiroshima in the Med!