En ocasiones nuestra labor se vuelve de una tristeza inesperada que nos golpea con noticias como esta.
Con motivo de la recepción del material anual de nuestra asociación, la hija de Ángel Tomás, Arrate, nos comunicó la pérdida de su padre unos meses antes. Ángel no pudo recibir nuestra revista, el buff, los materiales que preparamos con tanta ilusión para los asociados…
Ángel fue uno de esos compañeros llenos de ilusión, infatigable amante de la naturaleza y de la fotografía. Un fotógrafo de naturaleza que nos falta, y que nos deja un mundo más gris sin él.
Atesoraba miles de diapositivas, miles de vivencias, de ilusiones compartidas con sus seres queridos, como tantos de nosotros.
En AEFONA hoy estamos de luto por nuestro compañero Ángel. Le hemos pedido a Arrate que nos escriba un boceto de quien fue su padre, porque desde aquí sus compañeros de la asociación le vamos a ofrecer hoy un homenaje:
Mi padre fue un gran amante de la naturaleza y de la fotografía. Su primera cámara la compró con el dinero que decía que no se fumaba. Tenía 2 cámaras, una Canon A1 y una Canon F1, siempre analógico, decía que la fotografía digital no era fotografía de verdad. Siempre en contra del retoque fotográfico. Y aunque su equipo pesase más de 10 kilos, allá donde fuera se lo llevaba.
A pesar de que estuvo en Canadá y Finlandia, quería un safari fotográfico por África, pero desgraciadamente no pudo ser. Un tumor cerebral quiso que nos dejase a los 62 años, el 14 de septiembre de 2013. Los Pirineos fueron también buen escenario fotográfico, sin dejar de lado cualquier rincón en el que pudiera haber una flor, un paisaje o un insecto que poder fotografiar.
Anécdotas mil, como que aguantaba la respiración durante mucho tiempo para que el insecto que intentaba fotografiar sobre una flor no se fuera volando o saliera trepidada la foto. Las veces que nos ponía a mi hermano y a mí de parapeto para que el viento no moviera esa tela de araña que le gustaba. Tras una operación de rodilla agachado como podía para fotografiar una hilera de orugas. Y ya cuando el tumor hacía de las suyas, y con la hemiplejia, preocupado por si podía recuperar movilidad para salir al monte y poder seguir tomando fotografías.
Ángel Tomás Monzón, Fotógrafo de Naturaleza.
Socio de AEFONA: 384
(28 de enero de 1951-14 de septiembre de 2013).