Segunda salida fotográfica AEFONA 2023 –  Un día en la vida con “Pedro Javier Pascual”

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Cristina Lorca
Foto: Cristian Lorca

AEFONA se hizo eco de una de las principales demandas de nuestros miembros —dinamizar la participación a través de actividades fotográficas en diferentes puntos de España— y puso en marcha la iniciativa «Un día en su vida», por la cual un grupo de miembros de AEFONA pasaría un día completo con un fotógrafo de naturaleza de reconocido prestigio.
En nuestra segunda salida, nos hemos movido, de la mano de Pedro Javier Pascual, a Teruel, tierra que conoce y fotografía desde muy joven.
En sus fotografías no busca una imagen documental ni plasmar una realidad, sino recrearse en imágenes más expresivas e imaginativas y, aunque todas sus fotografías las ha tomado en la naturaleza y a todos los animales los ha fotografiado en libertad, en su medio natural, intenta representar conceptos más fotográficos, en los que prioriza su forma de ver la realidad y no tanto el reflejarla fielmente.

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Foto: Paloma Sigüenza

Foto: Pedro Torino

Foto: Sergio Sáez

Doce miembros de AEFONA y otras tres personas de fuera de la Asociación —procedentes de Teruel, Alicante, Valencia, Villena y Madrid— decidieron unirse a esta iniciativa el pasado 17 de junio.
La actividad empezó a las 8 de la mañana en la localidad de Bronchales, en la sierra de Albarracín. Nos distribuimos en los coches y fuimos hacia una laguna. La zona se conoce como «el cerro de la Laguna» y es un paraje realmente precioso. Tras el pinar del puerto de Orihuela y de Bronchales, ya cerca de la cima del cerro, hay una laguna endorreica abastecida por las aguas pluviales y los deshielos primaverales, que ofrece un marco singular de belleza y tranquilidad. En ella se puede disfrutar de preciosos reflejos y del frondoso pinar, donde los que amamos la fotografía de naturaleza podemos perdernos durante horas. Cuenta con flora acuática y fauna asociada a ambientes rupícolas, en especial, anfibios que eligen la laguna para desovar.

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Foto: Conchi Pérez

Foto: Cristina Lorca

Foto: Isabel Moreno

Cuando dejamos los coches en medio de una pista, no nos podíamos creer la laguna que encontraríamos a 1700 metros de altitud, con especies como caballitos del diablo, libélulas, alguna ranita de San Antonio, arañas…, y llena de posibilidades fotográficas: reflejos en el agua, insectos, abstracciones, macro… Y contando todo el rato con los consejos y la atención de Pedro Javier. Tras dos horas de fotografía y charla fotográfica por la laguna, decidimos bajar al pueblo de Bronchales; pero en el camino hacia los coches, encontramos un pequeño charquito donde nos pareció ver a un sapo saltar. Al acercarnos, nos sorprendió una preciosa mariposa atrapada en una capa bacteriana, que nos dio mucho juego fotográfico. La parada para tomar un café se alargó, porque ahí empezamos a conocernos todos un poco más.
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Foto: Francisco Medina

Foto: Luis Martín

Foto: Raquel Correa

Con ganas de seguir haciendo fotos y descubrir los alrededores, Pedro nos llevó a otra laguna muy cerquita de Bronchales en la que había más ranas, mariposas, libélulas, caballitos del diablo…, así que rápidamente nos pusimos manos a la obra. La comida fue en el pueblo de Griegos, donde nos seguimos conociendo, mientras comimos un riquísimo menú. Por la tarde, hicimos una visita a la dehesa de Griegos, una pradera llena de flores, en la que Pedro nos contó cómo sacarles más partido, así como a los reflejos que entraban por los árboles, y nos explicó las plantas de la zona. En el fondo de la dehesa también había una charca repleta de ranas. Para terminar la salida volvimos al pinar entre Bronchales y Griegos para ver un tremedal donde Pedro nos enseñó una joya botánica: la planta carnívora Drosera rotundifolia. Muchas gracias a Pedro Javier, por su generosidad al compartir su día con todas las personas que participamos en la salida.
María José Tarruelas
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Foto: María José Tarruelas

Foto: Raquel Correa

Foto: Mireia Montell

La actividad tendría que haber terminado aquí, pero a las nueve de la noche nos fuimos a compartir unas cañas y unas tapas. A todos nos hacía mucha ilusión continuar, porque Pedro nos había dicho que la noche anterior habían visto la mariposa isabelina (Graellsia isabellae), una de las más vistosas de la fauna europea. Así que todos fuimos ilusionados al encuentro de la mariposa. Gracias a Francisco y a Pedro, que hicieron todo el montaje, pudimos traernos la foto de la preciosa isabelina. Nos despedimos pasada la medianoche, ¡con la cámara llena de fotos y con ganas de más salidas para seguir compartiendo!

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