Por Francisco Martínez Romón
El Centro de Recuperación de Fauna (CRF) “La Granja” que la Comunidad Valenciana dispone en El Saler, junto al lago de l’Albufera, me abrió recientemente sus puertas y permitió que visitara las instalaciones en las que son atendidos los animales silvestres que llegan aquí tras haber perdido, por accidente u otras causas, la facultad de desenvolverse con normalidad en la naturaleza.
Recibido y acompañado en todo momento por el veterinario del Centro, José María Gil, quien me informó minuciosamente a lo largo del trayecto, pude comprobar in situ la compleja labor que aquí se realiza; teniendo en cuenta que -a tenor de las estadísticas- en 2013 ingresaron en el recinto 3.482 ejemplares de fauna salvaje pertenecientes a 190 especies diferentes. Asimismo, cabe señalar que en sus instalaciones nacieron 443 ejemplares de especies amenazadas, algunas de ellas en peligro de extinción.
Porque pese a que la finalidad principal del CRF “La Granja” se basa en la recuperación de la fauna autóctona, es de destacar también su contribución a los diferentes planes de recuperación de especies amenazadas con proyectos de cría en cautividad para su posterior reintroducción en el medio natural; siendo por este motivo un referente a nivel nacional.
El proceso de liberación supone un compromiso añadido que exige al CRF “La Granja” una dedicación importante a la hora de llevarlo a cabo ya que en muchos casos es vital la devolución del animal rehabilitado a su zona de origen; lo que en ocasiones supone tener que cubrir distancias considerables, según añadió oportunamente José María Gil.
Durante el recorrido por la planta me fueron mostradas las pajareras, que se distribuyen en hileras a lo largo de una calle del recinto, donde conviven y crían en cautividad especies diversas de aves, así como galápagos y tortugas mediterráneas, que más tarde pasarán a vivir en libertad en el ecosistema adecuado.
El CRF “La Granja” dispone igualmente de la infraestructura necesaria para la rehabilitación de aves de presa, donde se recuperan actualmente -entre otros- diversos ejemplares de águila culebrera, águila real, cernícalo y búho real, lo que tuve ocasión de verificar entrando en las propias estancias; aunque con mucha precaución -siguiendo el consejo del veterinario- porque son animales que, llegado el caso, podrían mostrarse agresivos ante la presencia humana.
Actuando con normalidad para no estresar al águila culebrera -en este caso- aproveché para tomar varias instantáneas a una distancia prudencial; porque así lo aconsejaba también el sentido común ya que estos animales no están privados del instinto salvaje que les proporcionó la naturaleza. Me sentí muy afortunado al poder traspasar estos recintos tan especiales y así se lo manifiesté a José María Gil, que tan amablemente me guió en el recorrido y con quien finalizaba, poco después, esta excepcional visita.
Debo añadir que la labor científica que desarrolla el CRF “La Granja” -tanto en el ámbito de la Biología como en el de la Veterinaria- traspasa el marco que ofrecen estas instalaciones de El Saler, pues mantiene vínculos estrechos de colaboración con entidades como la Universidad de Valencia o el Gobierno Balear en el desarrollo de diversos proyectos de conservación medioambiental; entre los que destaca el estudio de las causas que afectan al estado sanitario de las poblaciones salvajes de cetáceos y tortugas marinas así como la recogida y traslado de los ejemplares que aparecen varados en la costa valenciana.
Asimismo, desarrolla labores de docencia aceptando a alumnos de distintas instituciones educativas y organismos públicos, a quienes instruye acerca de la gestión y conservación de especies amenazadas permitiéndoles conocer de primera mano los métodos de trabajo en la rehabilitación de la fauna salvaje herida.
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Reportaje realizado para la | |
Asociación Española de Fotógrafos de Naturaleza (AEFONA) | |
Abril de 2014 |